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En esta contingencia sanitaria hemos aprendido y comprendido muchas cosas que solíamos ignorar: como la importancia de lavarse las manos de manera frecuente, desinfectar superficies y descontaminar nuestros alimentos, entre otras, sin embargo hay una serie de detalles adicionales que debemos tener en cuenta como el manejo de la carga viral de nuestra casa, automóvil u oficina. ¿ya haces algo para garantizar que los virus permanezcan el menor tiempo posible en nuestro ambiente?

 

Todo el tiempo estamos expuestos a diversos patógenos como: gérmenes, virus o bacterias, estos agentes infecciosos tienen el potencial de enfermarnos gravemente e incluso ocasionarnos la muerte, y lo más perjudicial es que estamos rodeados de ellos. Las acciones de limpieza e higiene tienden a mitigarlos, disminuyendo la cantidad de los mismos que puedan estar en un mismo espacio, ello sumado a las vacunas y a otros cuidados disminuyen la letalidad de la mayoría de los patógenos, sin embargo grandes cantidades de estos agentes infecciosos pueden sobrevivir las medidas de protección y prevención. Así entonces el término carga viral nos ayuda a simplificar este proceso.

 

La carga viral, básicamente es la concentración de virus en una persona y se puede medir en una muestra de sangre o saliva; a mayor carga aumenta las probabilidades de desarrollar enfermedades de forma grave con síntomas más agresivos y la probabilidad de contagiar con mayor facilidad a los de más, pero ese es el comportamiento de un virus cuando ya está en un ser vivo.

 

Los virus son partículas de código genético (ADN o ARN) y no se pueden replicar por sí mismos, necesitan infectar nuestras células y usar sus componentes para replicarse y activarse.

 

Ya aclarado el proceso que sucede cuando estos intrusos entran a nuestro sistema regresemos al punto inicial, los recintos cerrados como un carro, una casa o la oficina también tienen su carga viral y la forma de medirlo es por medio de artefactos tecnológicos que no tenemos en nuestra caja de herramientas o botiquín, pero hay que tener la conciencia que cuando abrimos las ventanas para ventilar los espacios también le estamos dejando ingresar muchas impurezas.

 

Esos virus pueden estar viajando en las corrientes de viento o suspendidos en el aire, gracias a que alguien estornudo o tocio y están esperando a que inhales para ser los nuevos huéspedes y aprovecharse de tus células para enfermarte.

 

Quisa te parezca complejo controlar el aire, pero solo necesitarás activar unas gotas de MMS o también conocido como CD, en un recipiente seco de porcelana o vidrio sin agua y déjalo que se evapore por si solo, déjalo en la mitad del recinto, cierra puertas y ventanas.

 

El protocolo H: habitación, es el que nos permite desinfectar el aire y evitar contagios o afectaciones pulmonares. Según el tamaño de la habitación debes activar de 6 a 12 gotas de MMS para tener un ambiente libre de patógenos, si la habitación es pequeña te aconsejamos dejar la puerta entreabierta y dejar el recipiente con las gotas activadas a una distancia de 2 metros de la cama.

 

El MMS se da gracia al proceso de activar las gotas de clorito de sodio con gotas de ácido cítrico, consíguelo aquí.

 

El tiempo de evaporación varía por temas de temperatura, para saber que se han evaporado las gotas en el recipiente encontraras un poso de cristal salino.

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salud posible

Comment (1)

  1. salud posible
    marzo 5, 2023 Responder

    excelente post

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